sábado, 23 de julio de 2016

LUGARES CON DUENDE

  En un lugar de Navarra, rodeada de extensos campos de cereal y una pequeña ermita románica, se divisa un hogar con "duende" y "duendecillos". Una casa decorada con mimo, el mismo que transmiten todos sus anfitriones nada más entrar por la puerta. 

  Un lugar mágico para la transformación y la voluntad. Transformación y voluntad que vas descubriendo día a día junto a tus compañeros de camino, que no juzgan y con un corazón enorme. Es todo un conjunto de armonía, como la Casta Diva de la ópera de Norma (Bellini).

  Confieso que la transformación no es fácil, y mi mariposa se resistía a salir, quejándose de la comida cuando descubrí que iba a comer no sano... ¡sanísimo!; una dieta "asociada", sin carne ni pescado. ¿Cómo lo iba a resistir? ¡y sin mi onza de chocolate de la tarde!.
  Pero para mi sorpresa, mi sentido del gusto despuntó y me hice adicta a las ensaladas de crudos, con vegetales de la tierra y para mi sorpresa mi cuerpo se estaba desintoxicando de todo lo añadido que comemos.
  Otra dificultad fue el madrugar, sin persianas , el sol me despertaba con sus primeros rayos y la campana del exterior sonaba para trabajar. Si, trabajar las emociones. Un gran viaje hacia el interior de uno mismo. Reconozco que no fue fácil y no me resulta fácil, pero estoy en el camino.

  Un lugar para encontrarse con uno mismo, con su fuerza interior, con la energía de la tierra, del sol, del agua, de los alimentos y del compartir. 

  Un lugar para sentirse libre respetándote a ti mismo. Yo, conmigo.
¡Qué placer sentir, desde los sentidos, sin pensar !

  Pies en la tierra, momento presente, respiración consciente. ¡Un lugar para favorecer la salud!

"Nada que hacer. Nada que pensar. Solo estar. Estar estando. No haciendo. No pensando."
Dr. Karmelo Bizkarra